Ex enemigos íntimos

"Queremos terminar con tantas cosas que se dicen por un lado, por otro. No cantamos antes porque Fito y yo queríamos hacer las cosas a lo grande, por eso elegimos La Bombonera", dijo Sabina sobre los acordes de “Llueve sobre mojado” mientras recibía a Fito el domingo 17 de diciembre en el Estadio Boca Juniors frente a más de 35.000 personas.

Fin de la pelea que los separó más de ocho años, Fito Paez volvió a su “novia borracha” (esto es más común de lo que parece) y Joaquín Sabina sin quejas sobre la amistad que no le tiende la mano (¿cambiará ahora la letra de su canción?).

Dicen que la noche anterior Sabina comenzó el recital haciendo una confesión: "Hace un montón de años, en una mañana de resaca, me metí en la Bombonera vacía. Ni me atreví a soñar un encuentro con ustedes aquí”. El encuentro sucedió, fue glorioso y tuvo un sello particular con el vendaval del sábado y la reconciliación del domingo con Fito Páez.

Escribo estas líneas con la alegría del suceso y la tristeza de no haber estado allí para verlo, pero sinceramente el dinero de todo el año se me acabó inexorablemente para el valor de esas entradas.

Cada etapa de mi vida lleva una canción de Joaquin prendida en el recuerdo, sé que no soy la única. No las menciono para evitar la tristeza inútil, y ahora que lo pienso tal vez fue mejor no estar allí para recordarlo. Hay siempre una sabiduría escondida en todas las cosas, posiblemente en esta también.